Trataba de poner atención,pero el resfrío,sueño y la luz del sol clavandome los ojos me lo impedía.Me entretenía mirando hacia afuera lo poco que me dejaba ver la desaliñada cortina beige.Observaba la asotea de un edificio antiguo,frío y gris;y una palmera bien delgada y alta... como yo.Que risa me dió.Cantaba en mi loca cabeza infantil una canción de Enrique Iglesias producto del envolvente concierto al que había asistido la noche anterior,responsable por cierto de mis pronunciadas ojeras.Fue grato.No exactamente por el guapo cantante sino que gracias a la deliciosa compañía fue una " experiencia religiosa".
8:30 am ¡Dios mio! qué daría por una cama en este momento...
jueves, 15 de mayo de 2008
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